domingo, 4 de noviembre de 2012

SÓLO RATONCITOS BLANCOS...HASTA?

Decir de Susan George que es una activista y pensadora es empequeñecer la figura de esta combativa estadounidense de  años afincada en Paris. Ejerce como presidenta de honor de ATTAC, la Asociación para la Tasación de las Transacciones Financieras y la Ayuda a la Ciudadanía. Y su ensayo El Informe Lugano, en el que imagina un terrorífico escenario ecológico, económico, laboral y social hacia el que abocaba el capitalismo del siglo XXI constituye una biblia para los movimientos sociales y el anticapitalismo. Anteanoche, George inauguró en Valencia el IV Máster en Derechos Humanos, Democracia y Justicia Internacional de la UV. Aquí comienza con una alerta: «La democracia está en peligro» ante «el ataque de «la clase de Davos: una clase transnacional desvinculada de la suerte del resto de la sociedad y compuesta por las altas finanzas, las empresas transnacionales y algunos gobiernos que consideran que la democracia es demasiado lenta». Usted denuncia el «austericidio » de Europa. Es que la actual política de austeridad, en particular en Grecia y España, es inaceptable. Es inaceptable que la mitad de jóvenes españoles no tenga trabajo. ¿Para quién se gobierna? Porque ésa es la gran cuestión en democracia. Las constituciones de Estados Unidos, Francia —y me imagino que también la de España— subrayan que el pueblo es soberano. Pero con este principio de austeridad aprobado por Europa, ¿se gobierna para la gente o para los mercados financieros? Cree entonces que el pueblo ya no es soberano… El pueblo está deviniendo cada vez menos soberano. Y con el Tratado de Estabilidad, Coordinación y Gobernanza de la UE se está robando no sólo el poder a los ciudadanos, sino también a los representantes de los ciudadanos. Por tanto, ni tenemos democracia directa, ni democracia representativa. Pero apenas reaccionamos… Está el frente de los indignados y algunos huelguistas. Pero la última huelga en España no ha tenido éxito. Y pienso que es porque la gente tiene miedo de perder su trabajo. Yo comprendo ese miedo, porque el miedo es la disciplina de una sociedad capitalista, que usa el miedo individual para disciplinar y calmar la población con el objetivo de que acepte lo que le digan. De hecho, creo que los griegos y los españoles son como ratas de laboratorio para ver qué nivel de castigo y sufrimiento puede ser aceptado por esta sociedad sin que la gente se rebele. Eso puede alentar al fascismo. ¿Considera que la extrema derecha saldrá reforzada? Es el paradigma clásico que ya vimos en los años  y : el poder de la extrema derecha. Pienso que es normal. ¿Hacia dónde se volverán las personas sin formación? Mirarán al vecino, al inmigrante que tienen al lado… Desgraciadamente, es una reacción que ya hemos visto y para la que hemos de estar preparados. Con la crisis, la población española ha redoblado sus críticas contra los sueldos y privilegios de los políticos. ¿Eso es desviar la atención de lo importante? ¡Pero si son los banqueros a los que deberían criticar! La actual crisis es la continuación de lo que ocurrió en  y  por culpa de los banqueros y, en España, de la burbuja inmobiliaria, que al final también era culpa de los bancos por dar préstamos imprudentes y alimentar esta burbuja. Sin embargo, cuando estalló la burbuja, fue el Estado el que asumió la deuda privada. La deuda pública de España era muy moderada cuando estalló la crisis. Sin déficit y con el   de deuda pública, cuando se permitía tener hasta el  . ¡Estabais perfectos, mejor que Alemania! Pero el Estado cargó con la deuda de los bancos. Y ha gastado muchísimo dinero para capitalizar y salvar los mismos bancos que habían causado el problema. Por eso la deuda pública aumentó muy rápidamente. Es una respuesta muy larga a la pregunta, pero no es el coche oficial de los políticos lo importante, sino que el Estado gobierna para los mercados financieros y no para el pueblo. Se ha castigado a los inocentes y los culpables han sido recompensados. ¿Y, ante ello, qué pueden hacer los ciudadanos españoles? Unirse. Unirse los estudiantes, los parados, los jubilados, los trabajadores, los sindicalistas, los agricultores… Todo el mundo ha de unirse contra esta realidad. Porque la clase de Davos, que es la que gobierna por ellos, está muy unida. En Pakistán, una niña que quería estudiar ha sido víctima de un atentado que casi le arranca la vida. ¿El mundo está loco? No, el mundo no está loco. El mundo musulmán de los talibanes es sexista, machista y tiene un miedo terrible a la mujer, a la sexualidad de la mujer y al poder de la mujer. Y cuando ellos tienen el poder, lo utilizan para oprimir a las mujeres. Puede llamársele locura, pero responde al interés de los hombres por coartar la sexualidad femenina. Si Karl Marx resucitara y viera esta Europa, ¿qué pensaría? Él pensaría que la guerra de clases está acabando y que los ricos la están ganando. De eso trata mi próximo libro, que publicará Planeta en España en febrero y que se titulará El Informe Lugano . Cómo ganar la guerra de clases. El subtítulo procede de una frase de Warren Buffet, la tercera fortuna del mundo, que escribió: «Hay una guerra de clases, pero es mi clase, la de los ricos, la que está haciendo la guerra, y la estamos ganando». Es cierto. ¡Claro! Y por eso hay que unirse y no dejarse perder. Porque en juego está la democracia y todo lo que hemos hecho desde el siglo XVIII. Todo aquello que los europeos hemos hecho desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. Todo lo que los españoles han hecho desde el final del franquismo. PACO CERDÀ VALENCIA Susan George Presidenta de honor de ATTAC. Susan George, activista y pensadora, preside la Asociación para la Tasación de las Transacciones Financieras y la Ayuda a la Ciudadanía. «Los españoles son ratas de laboratorio: a ver cuánto castigo toleran sin rebelarse» Susan George, de 78 años, ayer en un hotel de Valencia. JOSÉ ALEIXANDRE Comunitat Valenciana Levante EL MERCANTIL VALENCIANO MIÉRCOLES, 17 DE OCTUBRE DE 2012 13 La filósofa avisa que «lo importante no es el coche oficial de los políticos, sino que el Estado gobierne para el mercado» emos empezado un nuevo curso plagado de dificultades para los enseñantes, que tendrán que desarrollar su tarea con menos medios y peor sueldo pero no dudo que su vocación y su ilusión serán capaces de superar esas dificultades. No obstante, estoy convencido de que lo que peor pueden sobrellevar los que se dedican a la enseñanza pública es el constante acoso de la administración, las frases despectivas de políticos y responsables públicos que deberían ser los primeros en salir en su defensa, y el efecto que estas críticas y desprecios pueden causar en sus alumnos y las familias. En una situación como la actual debemos poner mucho empeño los padres en defender la imagen pública de los enseñantes, apoyar sus iniciativas a través de las asociaciones de padres y madres de alumnos y no desautorizarlos nunca ante nuestros hijos. Desgraciadamente cada vez viene siendo más frecuente ver padres que se desentienden completamente de la educación de sus hijos y consideran que eso compete a la escuela, pero que cierran filas de manera inconsciente a la hora de asumir las críticas de sus hijos a quien dedica sus horas de trabajo a proporcionarle las herramientas para abrirse camino en la vida y no se pueden imaginar el daño que hacen con esto a los maestros y a la escuela en general. Pensemos en nuestra propia experiencia y recordemos a aquellos hombres y mujeres que marcaron nuestra vida con su magisterio. En mi propio caso, mi amor por la literatura tiene el nombre propio del profesor Vicente Ferrer Olmos, que con su impecable chaqueta príncipe de gales nos leía los clásicos y nos contagiaba su ilusión por la palabra. Si no quieren mirar al pasado, vean cómo sus hijos pequeños hablan de su maestra, de esas Conchas, Maites o Mª Josés, que el tiempo y los nuevos hábitos de cortesía han despojado del doña, que siempre les precedió, pero que siguen siendo figuras de gigantes que abren los ojos de nuestros hijos al conocimiento y se ganan día a día su respeto, su cariño y admiración. Estoy convencido de que un país puede sobrevivir a banqueros y empresarios sin escrúpulos e incluso a políticos que se han ganado el desprecio de los ciudadanos con su incompetencia y su felonía, pero difícilmente podremos salir adelante si perdemos el respeto a quien nos enseñó; por eso, amemos a nuestros maestros y enseñemos a nuestros hijos a amarlos y respetarlos, habremos dado el primer paso para que puedan acceder al conocimiento. Si el ministro de Educación es capaz de entender lo anterior, posiblemente comprenderá la actuación de las asociaciones de madres y padres de alumnos y el sentido de una huelga que, al margen de su oportunidad, tiene como objetivo primordial apoyar a los estamentos docentes y reivindicar para ellos un trato justo desde la administración. H AMAR A LOS MAESTROS Miguel de la Guardia Tribuna Catedrático de Química Analítica de la UV

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