miércoles, 15 de enero de 2014

LEY ELECTORAL PROBLEMA!

Nuestra Ley Electoral es , opino, el gran problema de nuestra democracia que ha llevado a la actual putrefacción del sistema. La escasa proporcionalidad del numero de habitantes/votos con los escaños conseguidos en muchas zonas. No es cierto que cada voto tenga el mismo valor en cualquier lugar. Las listas cerradas que han conseguido una férrea subordinación al partido con la desastrosa imagen, en cada votación, en la que el "pastor" del partido enseña el dedo al rebaño para que todo vote la misma opción. A esto se une el efecto "pessebre" del que hemos hablado: la oveja que no obedece al pastor, perderá sus posibilidades para la siguiente convocatoria electoral y los suculentos emolumentos que, de resultar elegido, ello conlleva. Naturalmente, algún incauto puede pensar en la "conciencia" del diputado, pero parece, salvo escasísimas excepciones, que ésta no existe.En teoría el diputado depende de sus electores. ¡Qué bonito! Si vota en contra de las instrucciones digitales (de dedo) de su pastor no perderá su escaño en esa legislatura, pero los años pasan rápidos y, en la próxima, adiós a su escaño y eso es demasiado para la conciencia.Por todo ello, las luchas terribles, con sus codazos, zancadillas, etc. en el interior de los democráticos partidosen los que, en la mayor parte de ellos, las listas las decide el GRAN PASTOR o sus "perros" guardianes y todo es válido para obtener una buena posición en las mismas.Es casi imposible no crear, sino lanzar al ruedo político, un nuevo partido.El nuevo, que no tiene, pues, aún, ningún escaño NO accederá a ninguna ayuda previa para promover sus candidatos, no tendrá ni un segundo de publicidad gratuita en los medios públicos, deberá,por lo tanto de disponer de una fortuna para lanzarse al ruedo. Todo ello, acompañado, además, con la más que probable antipatía y boicot del conjunto del sistema implantado, si lo que pretende es cambiarlo.En la única excepción en la que hay Listas abiertas es para el Senado y en realidad son Lista medio cerradas, pero en todo caso ya ven para lo que sirve el Senado.Debería ser el posible diputado quien se ganara a pulso en contacto directo con los electores de su distrito electoral sus votos. No el Jefe del Partido y sus oorifeos. Así realmente sería responsable delante de los mismos y en sus votaciones en el Parlamento tendría que hacer honor a sus promesas. Por votar en contra del "dedo", haciendo honor a sus compromisos no debería ser expulsado de su Partido ni excluido de las próximas elecciones. Podría, ¿porque no? pertenecer a un Partido por cuestiones ideológicas pero no ser siervo del mismo.Hay un buen sistema parecido al que propongo, el británico. Hay una relación directa entre los electores y el candidato. No se pertenece a un Partido sino que el Partido busca a los candidatos con más gancho. El temor no es del diputado a ser excluido, el temor es del Partido a perder a ese candidato. Cómo cambiarían las cosas! Se habría abierto una gran ventana a la libertad y al gobierno del pueblo o sea a la democracia Dicen que la democracia es el menos malo de los sistemas políticos. Y es cierto. Pero el sistema democrático español actual es el peor de los posibles

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